Peleando a la contra

Fue entonces cuando aprendí que no es suficiente con hacer tu trabajo, sino que además tienes que mostrar un interés por él, una pasión incluso.

dije a mí mismo: «Algún día comenzará mi baile. Cuando llegue ese día, yo tendré algo que ellos no poseen.»

Observé a mi padre, sus manos, su rostro, sus cejas, y supe que ese hombre no tenía nada que ver conmigo. Era un extraño. Mi madre no existía. Yo era un maldito.

La senda del perdedor

mi viejo

La senda del perdedor

mi viejo

sepa

sin embargo

que todas las noches

que he dormido a su lado

incluso las discusiones

más inútiles

siempre fueron

algo espléndido

y esas difíciles

palabras

que siempre temí decir

pueden decirse

ahora:

te amo.

A veces el encanto disminuye cuando se acerca demasiado a la realidad

En una sociedad capitalista los perdedores son esclavos de los ganadores y tiene que haber más perdedores que ganadores.

hijo, aire y luz y tiempo y espacio

no tienen nada que ver con la creación

y no crean nada

más que, quizá, una vida más larga para

encontrar nuevas

excusas para no hacerlo.

Pero no me parecía bien que se juzgara a un hombre desde fuera de ese modo. Yo preferiría mil veces juzgar a un hombre por la forma en que habla y actúa.