—Sí, por hoy ya hemos terminado —me cortó Matthew antes de que yo pudiese seguir, y comenzó a recoger sus libros—. Toda tuya, Sawyer.
—Eso es lo que pretendo, chico inglés —comentó él con una sonrisa falsa.
Bueno, esa frase me había cogido desprevenida.
—Nos vemos luego, Dylan. —Matthew se acercó a mí y me besó en la mejilla antes de irse.