Brujas y Gante han formado parte de un modo muy activo del devenir de Europa, aunque actualmente han sido relegadas, desde el punto de vista administrativo, por la capital, Bruselas, principal nexo de comunicaciones del país.
Ambas ciudades han manifestado, desde siempre, un interés especial por perdurar en el tiempo, implementando políticas de sostenibilidad y respeto por su entorno, como se puede percibir en el cinturón verde que rodea Brujas o en la infinidad de parques de ambas ciudades. Entre las prácticas promovidas por la ciudad están: evitar el uso de pesticidas en las zonas verdes; utilizar hormigón orgánico en la restauración de los muros de los canales para que crezca la vegetación, el uso de productos provenientes del comercio justo en sus recepciones o servicios públicos… El interés de Gante por un turismo responsable queda patente ya en la presencia de hoteles, restaurantes, tiendas, mercados y monumentos responsables destacados en su web turística.