Cuando Zeck Morgan es seleccionado para la misma Escuela de Batalla en la que se forma Ender (protagonista de El juego de Ender, la novela más emblemática de Scott Card ), acude a disgusto debido a su ideología pacifista y por ello rehusa intervenir en cualquier simulación de juegos de guerra. Zeck queda aislado como un paria hasta que Ender encuentra la manera de mostrarles a todos el sentido de las festividades de tipo religioso y cultural.