Impacto ambiental y paisaje en Nueva España durante el siglo XVI

Es decir, podemos decir que el espacio es sociohistórico, pues se produce social e históricamente a partir de las interacciones humanas. El espacio es el punto de partida necesario que articula el conjunto funcional de componentes que integran los procesos históricos.

Uno de los objetivos más persistentes de la Corona fue controlar a la población dispersa y regular la propiedad de la tierra mediante la creación de asentamientos indígenas permanentes.

En el plano de la gestión pública del agua, algunos gobernantes españoles mostraron particular interés por el correcto abastecimiento de agua en la capital del virreinato.

La apropiación privada del agua trastocó la organización sociopolítica de tiempos prehispánicos para la construcción y mantenimiento de obras hidráulicas

En materia jurídica, se modificaron los derechos sobre el agua al solaparse con las nacientes necesidades agrícolas y los nuevos regímenes de tenencia de la tierra. Los molineros, trapicheros y dueños de batanes e ingenios que operaban debido a la dotación de mercedes reales se apoderaron de los derechos sobre el agua que requerían para mover su maquinaria. Ello ocasionó innumerables disputas legales entre los pueblos y los propietarios de aquellos sitios.

Hacia 1580 el uso del machete comenzó a diseminarse y tuvo un papel sobresaliente en las regiones selváticas para facilitar el desmonte. La adopción del arado se produjo con dificultad y lentitud debido a las condiciones accidentadas de buena parte de los terrenos en Nueva España y a su elevado costo.

los colonizadores que arribaban a Nueva España también contribuyeron en lo individual a aumentar el número y calidad de las especies. Traían consigo pequeñas cantidades de plantas y animales en cuya aclimatación desempeñaron un papel decisivo, una vez instalados en sus lugares de residencia.

El trabajo con las nuevas especies no llegó a manos inexpertas, pues la destreza indígena acopiada en el desarrollo de sus propios sistemas agrícolas ayudó a reducir el tiempo requerido para formar bancos genéticos.

se distinguen tres fases progresivas en la transformación del repertorio agrícola mesoamericano a partir de la introducción de especies foráneas: su importación primera a cargo de los españoles; su aclimatación al nuevo ambiente y la obtención de pies de cría, y la plena integración en las sementeras indígenas.

El abanico de plantas introducidas fue muy amplio y su nivel de diseminación por el territorio mesoamericano no dependió sólo del grado de adaptación ambiental y climático de las especies, sino de las restricciones al consumo y el proteccionismo que las autoridades locales quisieran imponer sobre los productos.