Es casi un lugar común decir que el Medio Oriente es una región que sufre por falta de agua. Numerosos países ya están sufriendo de marcadas carencias. Algunos analistas han observado que prácticamente todos los estados árabes e Israel ya consumen más de 40 por ciento del agua que disponen. Sus habitantes con frecuencia subsisten con pequeños volúmenes de recursos hídricos renovables por cápita.