«Si las clases trabajadoras consiguen comprender que a través de la formación y de la virtud pueden hoy fácilmente superarnos, entonces será nuestro final.»
Serían muchas las personas, con o sin formación filosófica, que jamás atribuiría tales palabras a Friedrich Nietzsche. ¿Qué gigantesco malentendido se ha urdido en torno a la figura de este fulgurante poeta-filósofo?
Las lecturas de la obra nietzscheana hoy hegemónicas insisten, en primer lugar, en la imagen de un Nietzsche apolítico; lo político ocuparía, en su “sistema” de pensamiento, un lugar insignificante y secundario. En segundo lugar, se nos ha querido convencer de algo verdaderamente insólito: los elementos políticos presentes en su obra, así sean escasos, serían compatibles con discursos y praxis de orientación emancipatoria.
Este ensayo combate de forma rotunda ambas tesis, tan consolidadas y aceptadas. Porque en Nietzsche sí hay una filosofía política perfectamente delimitada; sus ardientes reflexiones incidieron permanentemente en el campo de lo político. Ahora bien, su visión política constituía una formidable y colosal antítesis de cualquier pensamiento político de signo revolucionario, progresista o emancipador. Este libro ahonda en una dimensión del pensamiento nietzscheano por mucho tiempo tergiversada y silenciada: la dimensión política de su legado.