Cuando le dijeron a Lara que su esposo había muerto, la vida de la joven se convirtió en un caos. Hunter, conde de Hawksworth, había naufragado en alta mar, dando fin así a su desdichado matrimonio, carente de ternura y pasión. Pero ahora Lara tenía frente así a un hombre de fogosos ojos oscuros, que exponía secretos que sólo un esposo podía conocer y juraba que ella volvería a ser su esposa. Si bien Lara no podía negar que ese hombre se parecía a Hunter, se mostraba atento y cariñoso como este nunca había sido. Muy pronto ansió creer de todo corazón que ese extraño era realmente su marido… Pero… ¿estaría siendo seducida por un astuto desconocido?