Pero Rafe no aceptó participar en la empresa de su padre, pues había comprendido que aquel tipo de asociación acabaría siendo una constante fuente de conflictos entre ellos en el futuro. En su lugar, prefirió asociarse con Simon Hunt y Westcliff, volcando sus habilidades en la fabricación de locomotoras. Eso aligeró la carga laboral de Hunt, lo que, a su vez, hizo muy feliz a Annabelle, y permitió que Rafe y Hannah establecieran su residencia en Inglaterra, para alegría de todo el mundo.
Con el paso de los años, Thomas Bowman acabaría olvidándose de que Hannah no había sido la nuera que en principio había deseado para Rafe, y se desarrolló entre ellos un sólido afecto.
Lord Travers se casó con Natalie y fueron muy felices. Natalie le había confiado a Hannah que cuando había ido en busca de Travers para que la consolara el día de Nochebuena, él, finalmente, la había besado y aquél sí había sido un beso por el que había merecido la pena esperar.