La Bruja de Portobello

Nadie ofrece en sacrificio lo más importante que posee: el amor.
Nadie pone sus sueños en manos de aquellos que pueden destruirlos.

Nuestro cuerpo sigue vivo, pero, tarde o temprano, el alma acaba recibiendo un golpe mortal.

Nadie pone sus sueños en manos de aquellos que pueden destruirlos.

Nadie ofrece en sacrificio lo más importante que posee: el amor.

Cuando se sentó en el sofá, se paró la música y empezó el trance.

camino, Edda repitió varias veces que había

Somos así, y no hay nada de malo en ello; es propio de la naturaleza femenina abrirse al amor con gran facilidad.

Nadie pone sus sueños en manos de aquellos que pueden destruirlos.

Nadie ofrece en sacrificio lo más importante que posee: el amor.

Tengo miedo de dar pasos que no están en el mapa, pero, a pesar de mis miedos, al final del día me parece mucho más interesante”