una revisión del carácter de las cosas que son, pero precisamente en cuanto que entes. La condición óntica de los entes tiene las notas señaladas en el fragmento 8, y solo de ella es posible predicarlas en coherencia con el resto del Poema. El fuego es ente, la luz es ente, pero el fuego en cuanto fuego es perfectamente extinguible. Ese es el sentido de la vía de la opinión: esta señala cómo las cosas en cuanto cada cosa determinada (el fuego en tanto que fuego, la luz en tanto que luz, etcétera), son perfectamente perecederas, por lo que la opinión de los mortales es, a este nivel, completamente δοκίμως. Tiene que ser la diosa la que abra los ojos del privilegiado Parménides para permitirle ver las cosas no en cuanto cosas, sino en su carácter de ente, y a partir de eso descubrir que la condición óntica de las cosas es indestructible, imperecedera, etcétera