uales, compañeros adultos. Si vamos a tener una relación íntima, necesitamos conocer los deseos de cada uno. Si queremos amarnos el uno al otro, necesitamos conocer lo que la otra persona quiere.
La manera en la que expresamos esos deseos, sin embargo, es absolutamente importante. Si vienen como demandas, hemos borrado la posibilidad de la intimidad y alejaremos a nuestro cónyuge de nuestro lado.