«Cinco grandes compañías eléctricas poseen la mayor parte de la capacidad instalada y de la energía producida en España, a la vez que controlan la totalidad de las redes de distribución y venden la mayor parte de la electricidad a los clientes finales. Forman un oligopolio que domina tanto el mercado mayorista como el minorista de energía eléctrica. De modo que el funcionamiento del sistema eléctrico constituye un negocio de colosales dimensiones, que proporciona grandes beneficios a esas grandes compañías, está garantizado por los poderes públicos y lo financian los consumidores.
Consecuentemente, esa posición de poder es un factor determinante para calibrar las posibilidades y los límites del curso que pueda seguir la transición eléctrico-energética. Alrededor de la transformación del sistema eléctrico entran en juego cuestiones vitales para toda la sociedad, en las que se dilucida cómo garantizar el suministro de un producto fundamental, cómo evitar los precios abusivos y cómo contribuir a un drástico descenso de la emisión de gases de efecto invernadero.
Este trabajo pretende aportar una reflexión sobre lo que ha venido ocurriendo en el sistema eléctrico, como condición imprescindible para explicar sus características actuales y para afrontar el debate sobre qué transición, con qué prioridades y con qué actores cabe llevar a cabo la transformación del sistema. Después de un capítulo introductorio en el que se plantean las premisas básicas del análisis, el libro se estructura en dos partes que abordan la posición de poder del oligopolio eléctrico desde perspectivas complementarias. Una lo hace a través del dominio que ejercen en las diferentes tecnologías con las que se genera la electricidad. La otra lo hace a través del dominio que ejercen en los sucesivos segmentos (producción, distribución, comercialización) y los mercados (mayorista y minorista) que componen el sistema eléctrico. Por último, el capítulo final presenta un conjunto de consideraciones y propuestas acerca de la estrategia a seguir para transformar el sistema eléctrico.
Las características que adopte la transición eléctrica dependerán fundamentalmente del acierto con que se fije y se aplique esa estrategia de transformación, guiada por objetivos económicos, sociales y ecológicos. Lo cual inevitablemente tendrá que ir acompañado de la solvencia con la que los poderes públicos (parlamento, gobierno, reguladores del mercado, garantes de la competencia) entablen una negociación “disputada” con las grandes compañías para que prevalezcan los intereses democráticos de la mayoría de la sociedad.
Por consiguiente, el contenido del libro está orientado hacia un público interesado en conocer las características del sistema eléctrico, como condición imprescindible para valorar la envergadura de los desafíos pendientes y para participar en el debate sobre la transición eléctrica, energética y ecológica.»