Stone Lachlam nunca había tenido la menor intención de casarse, ¡y menos aún por conveniencia! Tampoco había pensado jamás que el matrimonio fuera algo tan complejo. Después de todo, Faith Harrell y él habían decidido casarse por razones puramente prácticas, por tanto no debía de haber habido ninguna duda sobre los términos de su relación. Pero resistirse a una mujer tan guapa como Faith era como intentar ganar una guerra desprovisto de armas. Parecía que cuanto más se esforzaban por no enamorarse, más cerca estaban de perder la batalla…