Demonios en casa

me creyó, porque eso también sucede con las mujeres frágiles: sus inseguridades sostienen sus precarias certezas de cartón

Antes de expirar piensa en la mujer y en sus abrazos. Y se dice que aquella guerra ha valido la pena.

En medio de la nada, su encuentro.

En medio del dolor, su abrazo.

Él no puede ya moverse, ni siquiera sale de su cama.

El dolor es infinito, como la memoria.

toda construcción: la ruina, la nada.

Nadie sabe lo que las runas del Autócrata encierran: algo más profundo por más simple: la inmensa sabiduría del vacío, la fragilidad de toda clave, el fin d

aquel que no puede abstraer las cualidades de las cosas y vive en el mundo de lo concreto es más sabio pero no más feliz.

Pero se es sólo mientras se está siendo.

también las llaves de su pasado y la clave de su futuro.

Nadie es dueño de su presente, único territorio en el que se vive, se dijo, si no posee

Mientras más conoces, por ende, más cerca estás de no saber nada. Si dejas que disminuya día a día cada una de las cosas que crees comprender, más verdaderamente sabio terminarás siendo.