Durante las últimas décadas del siglo XX, la mayoría de los países de la región introdujo reformas constitucionales de gran calado, que en algunos casos acercaron a sus poblaciones a modelos neoliberales, mientras que en otros se hizo todo lo contrario, apostándole a nuevas formas de socialismo. Sin embargo, en casi todas ellas los movimientos sociales indígenas, afro y LGTBI, entre otros, han demostrado que existen nuevas ciudadanías que merecen el reconocimiento y la legitimación social, cultural y política. Sin pretender evaluar aquí los resultados de tales experimentos sociales, que hablan de un continente cuyos países viven realidades cada vez más complejas, lo cierto es que el influjo de los medios de comunicación y de las nuevas tecnologías no solo ha permitido que un mayor número de personas esté conectado en tiempo real, sino que cada vez haya un mayor flujo y acceso a la información. Por ello, lo que en un momento fue percibido como un desplazamiento de los medios de comunicación tradicionales a manos de las redes sociales, en realidad ha significado una ventana de oportunidad para que tanto estos como diversos grupos sociales y de interés establezcan un vínculo más estrecho, casi íntimo, con mayores y variadas audiencias, haciendo que las barreras entre la vida online y offline tiendan en la práctica a ser más difusas y etéreas. Desde enfoques teóricos, metodológicos y disciplinares distintos, los textos que se reúnen en este libro tratan de dar una respuesta a esas nuevas realidades y conflictos sociales, por eso, el hilo conductor de esta obra radica en la compleja y siempre irresuelta ecuación entre medios de comunicación, conflictos sociales y la esfera de formación o constitución de la opinión pública.