Sostengo un tallo en la mano. Soy el tallo. Mis raíces se hunden hacia las profundidades del mundo, a través de la tierra de arcilla seca, y la tierra empapada, a través de las vetas de plomo y plata. Soy todo fibra. Cualquier temblor me sacude, y el peso de la tierra me presiona las costillas. Aquí arriba mis ojos son hojas verdes, ciegas.