La obra es una sátira oscura y directa sobre la incompetencia del gobierno de la época y la hipocresía de la sociedad victoriana. Buena parte de las críticas de Dickens se centran en las prisiones de deudores de la época, prisiones en las que los deudores eran encarcelados, sin posibilidad de trabajar, hasta que de algún modo pagaban sus deudas; en muchos casos, el deudor podía pasar décadas en prisión antes de ser amnistiado ante la evidencia de ser incapaz de pagar, o moría en prisión olvidado por todos.