En 1918 lord Valentine Treverton, como otros muchos colonos ricos, comienza a edificar un imperio cafetero en Kenia; para lograrlo, deberá pasar por encima de los derechos y de las tradiciones de los nativos. Y por ello, Treverton, arrogante y despectivo, sufrirá la maldición de Wachera, guardiana de una ancestral sabiduría. A partir de entonces, las vidas de los Treverton y de la familia de Wachera se verán inextricablemente ligadas en un torbellino de odios y amores sobre los que aletea la vieja maldición.