Lisa tiene la fantasía de ser obligada a tener un orgasmo tras otro, atada y sin poder hacer nada para evitarlo. A pesar de palabras como “parar” y “detenerse” Thomas tiene que seguir, hacer lo que quiera con su cuerpo, sorprenderla con el látigo o con la polla. Lisa disfruta de lo que Thomas le da y se pone cada vez más cachonda. Las únicas palabras que pueden detener el sexo son las palabras de seguridad.
¡Es hora de jugar!
Saga Stigsdotter es una autora sueca de historias que rompen las normas y exploran nuestros deseos e impulsos internos, a menudo con algo de humor. Ha publicado cuentos dentro de diferentes géneros y ha aparecido en varias antologías y revistas. Saga Stigsdotter asistió al programa de escritores en Jakobsberg en Suecia.