Los presentes Apuntes tratan de aportar una breve síntesis de la Historia de la Iglesia, realidad a un tiempo divina y humana. A este primer volumen, dedicado a la
Iglesia Antigua, Dios mediante le sucederán en plazo corto los cinco siguientes con el propósito de llegar hasta el Concilio Vaticano II.
No mueve a esta redacción un afán de presentar una Iglesia ideal en la que todo han sido virtudes, sino el deseo de exponer sencillamente la realidad de lo sucedido, en la medida de lo posible, y en muy breves síntesis.
Constatables inmensas grandezas de la Iglesia se mezclan en el decurso de su historia con graves miserias internas. Unas y otras constituyen una eficaz apología
de la Iglesia; paradójicamente, también las miserias, que sin cesar nos remiten a las palabras del apóstol Pablo: «llevamos este tesoro en vasijas de barro para que más
se vea que una fuerza tan grande es de Dios y no de nosotros», 2Co 4, 7.