Él estaba dispuesto a descubrir la verdad.
Morna Vause ya había sufrido antes la traición de un hombre rico y poderoso. Por eso, cuando el guapísimo magnate Hawke Challenger se coló en su vida, ella creyó que tenía motivos para no fiarse de él. No tenía la menor intención de dejarse llevar por la atracción que había entre ellos… ni por sus dotes de seductor. Hawke había oído que Morna era una cazafortunas, y lo demostraba el hecho de que ya hubiera conseguido dos cuantiosas herencias de dos hombres diferentes. Sin embargo, seguía sintiendo una enorme curiosidad por esa bella mujer…