Para un vaquero duro como Jase Rawley, las chicas jóvenes e inocentes eran un problema. Por eso Jase quería esquivar a la nueva niñera de sus hijos, Annie Baxter. Pero no era fácil negar la atracción que sentía por la preciosa muchacha. Ella llenaba de risas y cariño su casa… así como su profundo y solitario corazón.
Sus besos inocentes, pero tremendamente sensuales, eran razón suficiente para que un hombre se preguntara si ciertas reglas no se habían hecho para ser incumplidas…