Decía Oscar Wilde que el hombre soporta sus tragedias porque se ríe de ellas. Nosotros añadimos algo muy obvio, que la risa es lo más serio del mundo, pues es nuestra mejor medicina. En el primer cuento, “El ojo de la rana”, se dice que a la gente le gusta que le den las cosas mal pensadas. Y a esto principalmente se dedica la colección, a presentar el mundo un poco del revés, lo que no es otra cosa que aplicar la vieja ironía, la que nos ofrece las cosas mal pensadas, mucho más falsas o mucho más verdaderas de lo que realmente son. Esto se trata de hacer a través de quince cuentos que son de lo más diverso y hasta absurdo a veces, tan diverso y absurdo como es la vida. Quizá todo lo que ahí aparece resulte algo misterioso, pero es que la vida realmente lo es. Aunque quizá los bichos más misteriosos seamos los humanos, mucho más que las ranas. Y a eso precisamente se dedica la colección, a dejarnos a todos un poco con el culo al aire, pero sólo un poco, para que después podamos taparnos las narices y continuar nuestra brega diaria para dar satisfacción a nuestras más innecesarias necesidades.