Ya he relatado el contenido de este drama en mis recuerdos: soy el hijo neurótico de un padre neurótico y de una madre neurótica; mi familia es para mí la quintaesencia de todo aquello de lo que yo abomino, y sin embargo, como miembro de esa familia, soy necesariamente un neurótico; me esfuerzo por arrancarme de mi pasado, pero mi pasado me devorará ocultándose bajo la forma concreta del cáncer antes de que yo haya logrado liberarme de él; lo que hay de aflictivo en toda esta situación es que el asunto no está solucionado por el hecho de que yo no quiera ser como mis padres y que desde entonces luche también para no ser como ellos, sino que mis padres están en mí, mitad cuerpo extraño y mitad yo mismo, y me devoran, del mismo modo que el cáncer que me devora es mitad una parte enferma de mi propio organismo y mitad un cuerpo extraño en el interior de mi organismo.