Los siete maridos de Evelyn Hugo

culpa es un sentimiento con el que nunca me he llevado bien. Me sucede que, cuando llega, trae consigo un ejército. Cuando me siento culpable por una cosa, empiezo a ver todas las otras cosas por las que debería sentir culpa.

Nunca dejes que nadie te haga sentir común y corriente.

—¿Entiendes lo que quiero decirte? Cuando te dan una oportunidad de cambiar tu vida, debes estar dispuesta a hacer lo que sea con tal de lograrlo. El mundo no te da cosas: tú debes tomarlas. Si vas a aprender algo de mí, probablemente debería ser eso.

No sabes cuánto has estado corriendo, lo mucho que has estado trabajando y lo agotada que estás, hasta que alguien se para detrás de ti y te dice: «Tranquila, ahora puedes caerte. Yo te sostengo».

Así que me caí.

Y Harry me sostuvo.

Para Lilah.

Arrasa con el patriarcado, querida.

Nunca dejes que nadie te haga sentir común y corriente.

Llevábamos dos meses casados cuando empezó a golpearme

devolver el auricular a su sitio, lloré a gritos. Aferré las sábanas. Echaba de menos al único hombre por el que había tenido un amor perdurable.

Me dolía el corazón al pensar en contárselo a Connor, al pensar en intentar vivir un solo día sin él, al pensar en un mundo sin Harry Cameron.

Y justo antes de apartarse del micrófono, dijo: «Y si esta noche a alguien le da por besar el televisor, hágalo con cuidado, no se vaya a romper un diente».

Destrocé el corazón de Celia porque pasaba la mitad de mi tiempo amándola, y la otra mitad, ocultando lo mucho que la amaba.