realidad bíblica es que los ángeles pueden manifestarse físicamente, manipular la materia y la energía y modificarla de diversas maneras. Ellos pueden alterar el genoma, tomar forma, pelear con humanos, controlar los pensamientos, las neuronas del cerebro y los sentidos, músculos y órganos internos del ser humano, ¡también pueden manipular sus órganos reproductivos!