Clark Hewitt, drogadicto y falsificador, había abandonado Seattle con su familia como parte del programa de protección de testigos. Tras haber entregado a las autoridades pruebas contra la mafia rusa, Hewitt ha tenido que salir huyendo de nuevo, pero esta vez sin sus hijos. Teri, su hija de 15 años, y sus hermanos menores contratan al detective Elvis Cole para que lo encuentre y lo traiga de nuevo con ellos. Pero lo que parece ser un caso sencillo se revela como uno muy complicado. Por otra parte, las cosas no marchan mucho mejor en la vida de Cole, quien quiere conservar a su novia, ganarse el afecto del hijo de ésta y evitar que ambos tengan que alejarse de su vida por culpa de un exmarido celoso.