Saul Parenti siempre se ha alegrado de ser el segundo en la línea sucesoria de la monarquía de Arezzio. Así puede concentrarse en su imperio financiero… y en los encantos de su esposa Giselle.
Pero cuando su primo es asesinado, debe subir al trono. En lugar de perseguir sus propios sueños, Saul y Giselle deberán ahora vivir rodeados de pompa y protocolo. Pero los traumas secretos del pasado de Giselle la han dejado profundamente marcada, y no quiere ser madre. Eso provoca una crisis en su matrimonio, porque su deber real es concebir un heredero.