Una filtración a un medio de Internet permite a la prensa poner un rápido sobrenombre a un hombre solitario que secuestra prostitutas en Madrid y las asesina en una pequeña localidad de León donde habitualmente nunca ocurre nada.
Días atrás, El Asesino del Black Metal, un escritor con problemas mentales, se ha descubierto a sí mismo con una carta que envió a varios periódicos confesando sus crímenes.
La Policía Nacional llega tarde a la investigación y la Guardia Civil se hace cargo de un caso confuso, donde nada es lo que parece y las prisas enmarcan una trepidante historia a contrarreloj para descubrir el paradero del criminal.
Una novela que pretende, con un lenguaje claro y directo, explicar que, pese a escribir un libro, no es suficiente para que te lo publiquen, necesitando un algo más que un asesino intenta descubrir, uniendo en su macabro viaje a diferentes personajes que ya arrastran sus propios problemas en la vida.