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Adela Fernández

Cuentos reunidos

  • Lunáticas MXhas quoted16 days ago
    ZARCEO vive de acuerdo a su nombre. Su abuelo, creyente en la influencia que el nominal tiene sobre el destino de cada ser humano, decidió llamarlo así para marcarlo con las tres acepciones del verbo zarcear: limpiar los conductos y cañerías introduciendo zarzas largas y moviéndolas para que despeguen la toba y otras inmundicias;
  • Lunáticas MXhas quoted16 days ago
    De pronto se me ocurre que al llegar a casa encontraré a Ana tocando el piano. Vista de espaldas será la imagen misma de la languidez. Volteará a sonreírme, y con sus dos manos, sanas y salvas, reales, absolutamente reales, se acomodará sus cabellos.
  • Lunáticas MXhas quoted16 days ago
    Ana no es otra cosa más que un pacto con el demonio y de ello proviene su forma invisible e incomprobable de hacerme daño. Pero no, en algunas fotos aparece dulce, encantadora.
  • Lunáticas MXhas quoted16 days ago
    He decidido visitar a la madre de Ana y a sus tías. Son mujeres viejas y hablantinas que no hacen otra cosa más que referirse a Ana como si se tratara de un personaje legendario; hablan de su horadante belleza, de su híbrida personalidad. Soporto la cena escuchando todo lo que dicen como si fuera una revelación.
  • Lunáticas MXhas quoted16 days ago
    De pronto los niños y ella me parecen una pintura del siglo XVI, algo que no pertenece a mi época. Me percato de su existencia.
  • Lunáticas MXhas quoted16 days ago
    Ana sólo ha sido el testigo contratado para comprobar mi soledad. Si hoy estoy aquí es sólo porque le falta una mano y me he vuelto terco en ese querer saber qué demonios le pasó.
  • Lunáticas MXhas quoted16 days ago
    No puedo recordarlo, pero insisto, yo no podría haberme casado con una lisiada.
  • Lunáticas MXhas quoted16 days ago
    yo siempre he odiado las fotografías. Ahora reconozco el valor que tienen: son en sí la memoria, el único testimonio veraz donde el hombre puede redescubrir todo aquello que ha vivido.
  • Lunáticas MXhas quoted16 days ago
    Lo que pasa es que Ana se negó al rito y prefirió guardar la mano en un frasco. Ahí la tiene y constantemente la contempla. Siento una tremenda curiosidad por ver esa mano. Es un morbo, lo confieso, un morbo que me persigue a mansalva en el interior de mi ser. ¡Tengo que ver esa mano! Sonrío y me retiro. Ana sigue entregada al piano.
  • Lunáticas MXhas quoted16 days ago
    Pienso que seguramente a su mano muerta le hicimos un solemne entierro. Trato de imaginarme el cortejo fúnebre asistido por ministros, damas elegantes y llorosas, niños vestidos de blanco y amigos intelectuales. La carroza tirada por caballos negros. Sobre una alfombra de pétalos de rosa, la pequeña cajita blanca conteniendo la mano.
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