Con El secreto de Sarah Wilkie Collins inicia un género en el que demuestra un talento insuperable: la novela de intriga. Dotado de una refinada técnica, el autor de La piedra lunar y La dama de blanco es capaz de urdir tramas apasionantes que van mucho más allá del clásico folletín romántico de la época o de la por entonce s balbuciente novela detectivesca.