Estamos en el año 1954 y las cosas no parecen salir bien para Bernie Gunther. El Gobierno cubano le ha obligado a espiar a Meyer Lansky, un conocido mafioso, por lo que nada bueno puede salir de entrometerse en sus asuntos. Por ello, harto de ese comprometido trabajo, Gunther se hace de una embarcación con el objetivo de huir a Florida. Sin embargo, la suerte no está de su lado, ya que tras la fuga es arrestado y devuelto a Cuba, donde es encarcelado. Mientras pasa el tiempo en prisión, conoce a personajes curiosos, como Fidel Castro o Thibaud, un agente que ejerce de enlace entre la CIA y el servicio de inteligencia francés. Éste no es una buena compañía para Bernie. No quedan dudas al respecto cuando le hace una propuesta que al detective no le queda más opción que aceptar: deberá regresar a Alemania para alojarse en una prisión. Allí deberá cumplir con un trabajo sucio que puede ser lo último que haga.usuario armandofontanpatrocinador