Cuanto menos digas, más peso tendrán tus palabras.
No discutas. No te rebajes a desmentir nada. Ríete de los insultos.
—Tú no te reíste del capitán fjerdano —observé.
—Eso no era un insulto —replicó—. Era un desafío. Tienes que aprender la diferencia.
La debilidad es un disfraz. Póntelo cuando necesiten saber que eres humana, pero nunca cuando la sientas.
No anheles ladrillos cuando puedes construir con piedra. Utiliza lo que sea o a quien sea que se encuentre delante de ti.
Ser un líder significa que siempre habrá alguien observándote.
Consigue que sigan las órdenes pequeñas, y seguirán las grandes.
Está bien despreciar las expectativas, pero nunca las defraudes.