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Jeffrey Eugenides

Middlesex

  • Melisa Pehas quoted3 years ago
    Y como no decía una palabra sobre sus problemas, la barba empezó a expresar en silencio todo lo que él callaba.
  • Vintage Autumnhas quoted3 years ago
    Al envejecer cuesta trabajo subir las escaleras, entra uno en el cuerpo de su padre. Desde ahí sólo hay un breve salto hasta los abuelos y entonces, antes de que uno se dé cuenta, se empieza a viajar en el tiempo. En esta vida crecemos hacia atrás.
  • Vintage Autumnhas quoted3 years ago
    Según mi experiencia, las emociones no pueden describirse con una sola palabra. «Tristeza», «alegría», «remordimiento», esos términos no me dicen nada. La mejor prueba de que el lenguaje es patriarcal quizá sea que simplifica demasiado los sentimientos. Me gustaría tener a mi disposición emociones híbridas, complejas, construcciones germánicas encadenadas, como «la felicidad presente en la desgracia».
  • Zahiehas quoted9 hours ago
    La Ley de Inmigración de 1917 prohibió la entrada a Estados Unidos a treinta y tres categorías de indeseables, y así, en 1922, en la cubierta del Giulia, los pasajeros discutían los modos de escapar a la clasificació
  • Zahiehas quoted10 hours ago
    cuando la princesa Si Ling Chi descubrió la seda, su país mantuvo el hallazgo en secreto durante tres mil ciento noventa años. Todo intento de sacar de China huevos de gusanos de seda estaba castigado con la pena de muert
  • Zahiehas quoted10 hours ago
    En aquellos días podía determinarse la nacionalidad de alguien por el modo en que olía
  • Zahiehas quoted10 hours ago
    claridad inundaba la sala de estar. Tukhie, sentada en el sofá, le esperaba. Tenía la cabeza echada hacia atrás, como si riera, y en aquella postura se le abría la herida y se veían destellos de la tráquea. Stepan estaba desplomado sobre la mesa del comedor, con la mano derecha, que empuñaba la carta de protección, clavada en el tablero con un cuchillo de cortar carne. El doctor Philobosian dio un paso y resbaló, observando luego un reguero de sangre que salía al pasillo. Lo siguió hasta la habitación principal, donde encontró a sus dos hijas. Ambas estaban desnudas, tumbadas de espaldas. Tres de los cuatro pechos habían sido cercenados. Rosa tenía la mano extendida hacia su hermana, como si quisiera colocarle la cinta plateada que le cruzaba la frente.
  • Zahiehas quoted10 hours ago
    con toda calma, descorre el cerrojo. Al principio, cuando abre, no ve nada. Luego hay un tenue silbido, seguido como de un desgarrón. El ruido parece no tener nada que ver con él hasta que de pronto se le desprende un botón de la camisa y suena al caer al suelo. Karekin baja la vista al tiempo que la boca se le llena de un fluido caliente. Siente que sus pies no tocan el suelo y eso le suscita recuerdos de la infancia, cuando su padre lo levantaba en el aire, y dice
  • Zahiehas quoted10 hours ago
    El señor Eugenides, mercader de Esmirna
    sin afeitar, el bolsillo lleno de pasas...
    C.i.f. Londres: documentos a la vista,
    me invitó en demótico francés
    a almorzar en el Hotel Cannon Street
    y a un fin de semana en el Metropole después.
  • Zahiehas quoted11 hours ago
    Esmirna también lo es. Su proposición era atractiva, como Esmirna, la ciudad más cosmopolita de Oriente Próximo. Entre sus presuntos fundadores se encontraban, primero, las amazonas (lo que va estupendamente con mi tema) y, después, el mismísimo Tántalo. Homero nació allí, igual que Aristóteles Onassis. En Esmirna, Oriente y Occidente, ópera y politakia, violín y dsurna, piano y dauli se fundían con tanta delicadeza como los pétalos de rosa y la miel en las pastelerías de la localidad
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