Deanna cenaba en restaurantes de lujo, lucía diamantes, poseía una hermosa mansión en San Francisco… Era la esposa de Marc-Edouard Duras, apuesto abogado de renombre internacional que viajaba constantemente a las mayores capitales del mundo de los negocios. En una de ellas, París, tenía algo más que intereses profesionales. Aquel verano, durante tres meses, Deanna se quedó sola, como tantas otras veces… hasta que Ben la encontró, hasta que juntos descubrieron el amor, la risa, el resplandor de las playas iluminadas por la luna y la pasión los tomó por sorpresa. Sabían que el fin no tardaría en llegar, pero lo que Deanna no pudo prever fue que una llamada telefónica le revelaría el más terrible de los secretos.