Después, Fred comentó algo sobre la desgracia de tener que asistir a la fiesta que habían organizado las mujeres y acto seguido añadió:
–Es una forma horrible de perder el tiempo, ¿verdad? Pero Astrid me mataría si no voy. Esa mujer no tiene piedad. Me da miedo.
–Comprendo lo que sientes –murmuró Josh.
El padre de Piper sonrió.
–Te creo, Josh. Te creo.