bookmate game
es
Gail Tsukiyama

Sumotori

Notify me when the book’s added
To read this book, upload an EPUB or FB2 file to Bookmate. How do I upload a book?
  • Silvia Santaolallahas quotedlast month
    Eventualmente Tanaka-oyakata haría el corte final del moño de Hiroshi, seccionando los últimos mechones que le ataban al sumo, el deporte que había amado desde su niñez. Hiroshi se quedó atónito ante el estruendoso aplauso, una vida entera que terminaba con el corte de su moño. Apenas podía tragar. Cuando se levantó, sus emociones ascendieron hasta la garganta.
  • Silvia Santaolallahas quotedlast month
    Has sido uno de los yokozuna más grandes de la historia de este deporte. Has durado mucho más que la mayoría de los sumotori. Has enorgullecido al Katsuyama-beya. Has hecho que me sintiera muy orgulloso. Sé que Aki-chan lo estaría también.
  • Silvia Santaolallahas quotedlast month
    Hiroshi siempre había asumido que podría recuperar el tiempo perdido con ella cuando se retirara, y ahora era demasiado tarde; todas sus promesas incumplidas se habían desvanecido, dejándole un persistente sentimiento de culpa.
  • Silvia Santaolallahas quotedlast month
    —Que soy el único responsable de las muertes de su madre y padre cuando era un bebé —respiró profundamente y continuó—. Cuando leí la historia de cómo quedó huérfano, supe que era mi barco el que había encallado en las rocas, dejándole sin padres. Daría todo lo que fuera por borrar esa noche —hizo otra inclinación.
  • Silvia Santaolallahas quotedlast month
    Pero en la bruma de su pequeña victoria comprendió que la pena era un oponente al que nunca podría derrotar.
  • Silvia Santaolallahas quotedlast month
    Aki le había prometido a Takashi que nunca le abandonaría, y ahora se lo habían arrebatado. Todo lo que podía pensar era ¿qué clase de demonio robaría el aliento de un bebé? ¿Y cómo se suponía que debía aceptar que su hijo había muerto sin ninguna razón aparente?
  • Silvia Santaolallahas quotedlast month
    La primera semana tras la muerte de Takashi fue como un enjambre de voces y caras, algunas que reconocía y otras no.
  • Silvia Santaolallahas quotedlast month
    «Acepto humildemente. Haré cuanto esté en mi mano para defender el honor y tradición del rango de yokozuna».
  • Silvia Santaolallahas quotedlast month
    Siempre lo había encontrado atractivo, pensó mientras le contemplaba de lejos, a sus ojos más grande que la vida. Hiroshi estaba imponente —alto y musculoso—, su peso bien distribuido, su estómago y su pecho duros y sólidos sobre el cinto mawashi.
  • Silvia Santaolallahas quotedlast month
    Recordaba la historia que su ojichan le había contado, sobre que ningún luchador comía carne de buey antes de cada combate. «¿Y sabes por qué? —le había preguntado su abuelo—. Porque las vacas caminan sobre cuatro patas y los pollos sobre dos. Y el objetivo de un sumotori es mantenerse siempre sobre sus dos piernas».
fb2epub
Drag & drop your files (not more than 5 at once)