Los grillos a los que se refiere en estas páginas la popular periodista y escritora mexicana Guadalupe Loaeza no son los conocidos insectos ortópteros de característico canto. La autora utiliza el término en el sentido particular que le dan los mexicanos a esta palabra. En este país, los grillos son las personas que hacen de la intriga, el chisme y el enredo su forma de vida. Son los que conspiran en los cafés y los salones de belleza, los que difunden rumores, los que recurren a la maledicencia, los que pratican la calumnia para lograr sus fines o los del grupo al que pertenecen. Sus palabras y acciones se denominan genéricamente “grilla” y constituyen un deporte, un pasatiempo y, en algunos casos, una profesión.
Estas crónicas trazan, mediante breves chispazos, un panorama social y político del México contemporáneo. Para ello toma como hilo conductor a los grillos y las grillas cuyo estridente canto forma parte de una realidad tan absurda como sorprendente. Es un retrato crítico de fin de siglo mexicano.