Lucy no había podido olvidar a su anterior jefe. Aunque renunció a tener una aventura con Randal cuando era su empleada, nunca más había encontrado a un hombre como él.
Ahora Randal había vuelto y quería a Lucy. Pero ya no encajaba en la vida que ella había planeado cuidadosamente. Además, sentía que todas las cosas que los habían separado en el pasado continuaban interponiéndose entre los dos. Sin embargo, Randal estaba resuelto a demostrarle a Lucy, por lo menos, una cosa: que ella también lo quería.