Realmente pensé que lo iba a hacer esta vez. Estábamos muy cerca y sus manos sobre mí se sentían bien, pero supongo que, a diferencia de mí, él sabe cómo ejercer moderación. No esperaba tener un verano salvaje lleno de encuentros sexuales, por razones obvias, pero seguramente nadie morirá si nos damos un pequeño beso.
Si quiere follarme contra un árbol, también me podrían convencer para que suba a bordo.
Dios, desearía haber traído mi vibrador.
Que pucha