Rubén define y defiende sus convicciones con agudeza, lo cual muchas veces incomoda. En este libro, incursiona en la filosofía política con los temas espesos que requieren de la actitud iconoclasta que caracteriza al autor. Tanto la Cartilla moral de Alfonso Reyes como la denominada Constitución Moral convocada por Andrés Manuel López Obrador son el foco del autor. Rubén remueve, agita y provoca desde la perspectiva atea, para defender a la sociedad y el Estado laico de las tentaciones tanto sutiles como fundamentalistas de los sistemas de creencias religiosas y seculares. Él arremete contra lo religioso y el nacionalismo ferviente… Salta a la arena pública para encarar un debate de fondo sobre la ética y la libertad, las cuales se contraen con la ignorancia. Sin embargo, como decía Rosa Luxemburgo: “La libertad es siempre la libertad de quien piensa de manera diferente".