Nos centramos en comprender el concepto de cadena de suministro agroalimentaria, concibiéndola como funciones de colaboración interdependientes, por las partes interesadas, para agregar o aportar valor a un producto específico que después se distribuyen, comercializan y llevan al consumidor final. La suma de todos los esfuerzos, colaboración, en los eslabones de producción, que aportan valor al producto a partir de algún cambio, valor, será lo que llamaremos cadena de suministro agroalimentaria. De ese modo, según el sistema de producción, hay quienes aportan elementos base que inician con el proceso de producción, transformación del producto, distribución / comercialización hasta llegar al consumidor final.
La cadena de suministro agroalimentario se determina por tres factores: el entorno alimentario y el comportamiento de los consumidores, así como el acceso y disposición de alimentos sanos. En el ámbito científico, los problemas que aquejan las cadenas de suministro se han abordado de manera extensa; desde el diseño, gestión, optimización y rediseño. Las cadenas más estudiadas son principalmente las cadenas de suministro globales y las de alto superávit. En contraste, las cadenas de suministro de productos agroalimentarios son temas poco abordados, principalmente aquellas que tienen como elementos a micro, pequeños y/o medianos productores. Así, se analizan las problemáticas que afectan a las cadenas de suministro de productos agroalimentarios y de las formas, perspectivas y técnicas, que los investigadores han utilizado o desarrollado para abordar dichas problemáticas.
Se revisa también las problemáticas actuales del sector agrícola en México, observando a las familias que constituyen la agricultura rural. Las formas en que participan son muy amplias pues se pueden involucrar en actividades de siembra, mantenimiento y/o cosecha apoyando a sus padres, ingresar como peones a compañías agrícolas formales o combinar ambas opciones según sea la época.
En ese tenor, los efectos de la pandemia por Covid-19 están afectando la normalidad de la vida y, por lo tanto, de los procesos de producción, pues al restringir actividades para evitar una propagación mayor propició desabasto de algunos productos de la canasta básica.
Consideramos que la política pública retome perspectivas integradoras y sistemáticas de los problemas agroalimentarios. Estamos convencidos de que los aspectos técnicos y científicos ofrecidos en el presente documento constituyen insumos sólidos para orientar decisiones de para lograr un mejor crecimiento en cada eslabón de producción.