El chico que se comió el universo, además de ser elegido libro del año en Australia, ha sido destacado en Amazon Estados Unidos como debut destacado y seleccionado como uno de los 10 mejores libros del mes de abril.
Ambientado en un empobrecido suburbio de la ciudad de Brisbane (Australia), El chico que se comió el universo es la inolvidable historia de Eli, un chico de doce años (y de su sabio y mudo hermano mayor August) que está intentando averiguar qué significa ser un buen hombre a partir de las figuras paternas que tiene: el septuagenario Slim Halliday, el prisionero huido de la justicia más famoso de Australia y babysitter de los hermanos; su padrastro de gran corazón y traficante de drogas Lyle; su padre, un alcohólico abrumado por la ansiedad; y su madre a la que reverencia. También es la historia de un chico joven que se enfrenta a un enemigo real y genuinamente terrible: Tytus Broz, un empresario local del que se rumorea reutiliza partes de los cadáveres de sus enemigos asesinados en su compañía de extremidades artificiales, y además es un capo de la heroína. Su vida es una divertida y desgarradora mezcla de lo cotidiano y lo vulgar, convertido en algo fascinante por el pragmatismo y la falta de cinismo de Eli.(…) Conmovedora, hilarante y con una imaginación sin fin, esta novela es una carta de amor a la ternura masculina ambientada entre una serie de sangrientas amputaciones y chutes provenientes del Triángulo de Oro.
«Gozoso. Sencillamente gozoso. Me abrazaba a mí mismo mientras lo leía. Mi corazón se aceleraba, crecía y llegaba a estallar; mis ojos derramaron lágrimas; el estómago me daba punzadas. El chico que se comió el universo es —y no puedo pensar en otra palabra más adecuada— mágico. Es un debut vibrante, vitalista, además de milagroso sobre la llegada de la madurez contado por un exquisito y dotado narrador… y, lo que, es más, es transformadora: después de leer el libro de Trent Dalton no volverás a ser el que eras antes».
A.J. Finn autor de La mujer en la ventana.
«Recomendada para cualquiera que aprecie reírse y llorar a la vez».
Katy Ball, Amazon.
“Un logro excepcional. Es el Cloudstreet de los bajos fondos criminales de los suburbios australianos”.
Herald Sun