Partiendo de la base de que el texto es una superficie de manifestaciones lingüísticas, cuyo contenido es elaborado mediante una activa cooperación por parte del lector, Umberto Eco intenta en este libro, con su habitual rigor y lucidez, un análisis concreto de los mecanismos de cooperación interpretativa de los textos narrativos, que desemboca, de manera brillante y originalísima, en una verdadera semiótica de la narratividad.