ves la diferencia entre nosotros y ellos:
¡cuando uno de nosotros golpea a un hombre,
siente vergüenza, le repugna, sufre, su corazón
vacila! Pero los otros matan a las gentes por
millares, tranquilamente, sin piedad, sin estre-
mecerse: ¡matan por placer! Estrangulan úni-
camente para conservar el dinero, el oro, insig-
nificantes trozos de papel, todas las miserables
baratijas que les dan el poder sobre el género
humano.