Último discípulo de Edmund Husserl, considerado «el Sócrates de Praga» por el compromiso político que adoptó al final de su vida como primer portavoz del movimiento cívico Carta 77, Jan Patočka ha influido fuertemente en el pensamiento fenomenológico actual a través de su concepción de una fenomenología asubjetiva y la caracterización de la existencia humana como movimiento. Interioridad y mundo ofrece por primera vez la traducción en castellano de seis textos integrantes del “Legado de Strahov”, un grupo de manuscritos que el filósofo resguarda en la biblioteca del Monasterio de ese distrito praguense. Aunque inacabados, ofrecen una nueva comprensión global sobre el desarrollo de la fenomenología patočkiana, ya que constituyen la antesala concreta de sus proyectos de madurez. A partir de una particular noción de interioridad –concebida en sentido opuesto a la psicología introspeccionista y la reflexión egológica–, Patočka inspecciona la naturaleza de la vida como una resistencia a la objetivación que se coloca ante un correlato que la excede al mismo tiempo que la forma: el mundo. Estas nociones permiten entender no solo el devenir de su pensamiento, sino también el de toda la filosofía fenomenológica de finales del siglo pasado y sus derivas en nuestro presente.