Mujer en papel. Memorias inconclusas de Rita Macedo

“La madre de mi madre fue herida por la suya. La mía fue deformada por la suya y ahora yo soy un producto de ellas dos”.

Pienso que papá se portó muy cabrón con mamá. Pero también ella…, ¿por qué se lo permitió?

“Te vas a morir porque quieres. No te importa dejarme sola”.

Tarumba de Jaime Sabines, o Casi el paraíso de Luis Spota. Tenía la vana esperanza de volverme tan culta como él.

quedé muda. Me pareció tan atroz que ella paseara a mi prima mientras yo me quedaba en ese odioso lugar, que no supe qué decirle.

los diez años ya buscaba mezclarme con quien considerara superior a mí.

el año de 1934. Lázaro Cárdenas tomaba posesión como presidente de México. Hitler como presidente de Alemania, y yo, a mis nueve años de edad, tomaba mi lugar en este nuevo instituto.

Nací en 1925, igual que Celia Cruz, Rosario Castellanos, Margaret Thatcher y Paul Newman

Cuando alcancé la adolescencia y pude verla como realmente era, su dicotomía me confundió totalmente. Afirmaba una cosa y vivía una muy distinta en la realidad.

A mi madre y a mis tías les tocó vivir el principio de un cambio, desprotegidas por su sociedad, desarraigadas, mal casadas y sin armas.