Menley, casada con Adam Nichols, un brillante abogado criminalista, jamás ha dejado de considerarse responsable de la muerte accidental de su hijo de dos años en Cape Cod, donde Adam y su familia eran muy conocidos. Después de tener una niña, y siguiendo los consejos de los médicos, la pareja decide volver de vacaciones al mismo lugar. Lo que ninguno de los dos imagina es que la casa señorial que alquilan oculta secretos terribles y que una siniestra conspiración se cierne alrededor de Menley, atrapada en una macabra telaraña de celos, odio y venganza.