os 108 pretendientes, quienes durante años consumieron su hacienda, obrando de esta manera, atenta él contra la justicia en tres aspectos: Odiseo ejerce justicia privada, en lugar de llevar el caso ante un tribunal. La justicia privada resulta extremadamente desproporcionada: al delito contra el patrimonio se responde con un delito de homicidio, más exactamente, con un asesinato masivo. Finalmente no se apela a la asamblea cerrada del pueblo ni a los dioses como guardianes de la justicia, ni se habla de una ponderación de bienes (propiedad contra vida), de un afecto dispensable o de una ley de emergencia. En lugar de ello, Zeus demanda de los habitantes de Ítaca “olvidar” el homicidio masivo y nuevamente reconocer a Odiseo como